viernes, 1 de febrero de 2013

DJANGO



Video: Django (1966) Sergio Corbucci.

Te soy franco (Nero), no voy a ver la película de Tarantino. Admito que me tienta Christoph Waltz, un actor genial capaz de transformar en arte guiones banales, como ya lo demostró en la anterior de Tarantino, o en "El avispón Verde", de M Gondry; pero no me quiero fumar dos horas de Tarantino a cambio, ya no soy joven.

La original “Django” fue un spaguetti western estrenada en 1966, dirigida por el italiano Sergio Corbucci y protagonizada por Franco Nero.
El spaguetti western no es un subgénero del western en clave de parodia, sino un genero nuevo y distinto, que toma la estética del cine de pistoleros, pero recreada a través de una ética del héroe completamente diferente, donde el deber es reemplazado por la venganza; y un concepto de la épica distinto, en el que un solo pistolero puede matar a un ejercito, si es suficientemente valiente, y siempre lo es.


Si el héroe arquetípico del wester es Jhon Wayne, el del spagueti western es Clint Eastwood. Los héroes interpretados por Wayne nunca le dispararían a alguien por la espalda, los de Eastwood nunca dejarían pasar esa oportunidad.

Otro elemento que ejerce fuerte influencia sobre el género es el código Bushido, simplificado y popularizado por el cine de samuráis, en especial las películas del director japones Akira Kurosawa.
En la figura del ronin, el samurai descastado que intenta conservar lo que le queda de honor, podemos entrever a varios héroes del western europeo.

En cierta forma, Django es un personaje superior a la película, tal vez por eso a cobrado vida propia y aparece en infinidad de otros films, libros, cómic, etc; de las maneras mas diversas y muchas veces absurdas. Aunque solo hubo una secuela oficial de Django, en 1987, su nombre figura en otras 30. A algunas películas se les cambiaba el nombre original por otro que incluyera a Dyango, para mejorar su rendimiento comercial.
Un solo ejemplo: la película italo-española “Un puñado de dolares para Django” (1967) de León Klimovsky, director argentino radicado en España, hermano del famoso epistemólogo argentino Gregorio Klimovsky.
Esta película fue co-dirigida por Enzo Girolami, que en 1977 dirigiría "Inglourious Basterds", título que luego usaría, a modo de homenaje, o saqueo, Tarantino.

En 1976, Enzo Castellari Dirigiría a Franco Nero encarnado otro heroe de wester extraordinario en la película KEOMA. En USA esta película se estreno con el título de “Django cabalga de nuevo”, aunque no tiene absolutamente ninguna relación con Django.

La trama de Django se desarrolla en medio de una guerra entre una banda de supremacistas blancos y otra de revolucionarios mexicanos. La aparición del pistolero letal romperá el balance de poder. Los ecos de “Yojimbo, el ronin” (1961) de Kurosawa, son bastante sonoros, a tal punto, que cuando Takashi Mike hizo su propia versión de la historia, “Sukiyaki Western Django” (2007) , le hará decir a Django: “¿que te crees, que yo soy un Yojimbo?”. En cierta forma esta película cierra un circulo.
Tarantino hace un pequeño papel, totalmente innecesario,en el film de Mike.

La introducción de la película es genial, contrariando a los western, donde el héroe aparece en el horizonte, con el sol a las espaldas y montando un caballo blanco, Django aparece de espaldas, encapotado y sucio, caminado por el barro, cargando la silla de montar al hombro y arrastrado un ataúd.
¿Que hay en el ataúd? Alguien le preguntara y el responderá: “En el ataúd esta Django.” En otro doblaje, y hay decenas diferentes y casi ninguno fiel al original italiano, le preguntan “¿Para quien es el ataúd?” y el responde “¿porque? ¿querés probar si te queda?”

No diré que hay en el ataúd para no arruinarte la sorpresa, pero te adelanto que cuando se rebele, vas recordar varias escenas de Stallone, Schwarzenegger, Chuk Norris, etc, y vas a pensar “Pero que ladrones son estos yanquis de Holliwood!”

La canción de fondo de la introducción parece cantada por Elvis y su letra parece impertinente; pero no es así. El hombre no puede sobrevivir a la muerte de su amor, después de eso, aunque camine y hable, ya esta muerto, y un problema con el hombre muerto que avanza, es que no se lo puede matar.



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